No me acuerdo de la primera vez que usé un ordenador, pero si estoy seguro de que fue mucho antes de que mi cerebro estuviera preparado para asimilar lo que estaba viendo.
Desde que tenía 3 años viví mi vida junto a una pantalla. Fascinado por la cantidad de cosas que se podían hacer en aquella caja: grabar discos, usar el Paint, todos los juegos con intención educativa pero con los que puedo asegurar que no aprendí nada; hasta el Word era una fuente de diversión. No era consciente de lo que se abriría mi mundo el día que mi padre decidió conectar la caja con luces de casa a lo que llaman internet, el cambio que introduciría el ruido del módem y como básicamente influiría en mi vida para siempre.

Aún estaba en la primaria cuando mis amigos me empezaron a hablar del Messenger y como tenía que hacerme uno. Lo pesado que fui con mis padres hasta que nos dejaron a mi hermana y a mi tener cuenta propia. Recuerdo como aquella tarde, mientras que se descargaba el programa, fuimos a jugar a la calle. En esa época, para bien o para mal, las cosas iban mucho más lentas. Mi padre me hizo una cuenta cuyo nombre no divulgaré ahora y ahí es cuando empezó mi pequeña revolución interna.
Ahora tenía la oportunidad de hablar con mis amigos desde mi casa, sin oyentes externos, sin tener que pronunciar palabras por teléfono, un rincón de privacidad proporcionado por el teclado que probablemente debería haber sido mucho más moderado por los adultos de mi alrededor; pero al fin y al cabo era algo nuevo para todos.
Con esta nueva inclusión a mi plantilla, ya no tenía motivos para no estar pegado al ordenador desde que volvía de clase hasta que me iba a dormir. Esa sobre-exposición también hizo que me aburriera y que buscara nuevos estímulos, y realmente no se como, pero llegué a lo que (según Wikipedia) llamamos Comunidades Virtuales.
Habbo Hotel, Panfu, Boomerang.tv… nombres que dudo que solo formaran parte de mi infancia y la de mis primos. Esta época fue corta pero intensa, veranos enteros en los que nuestras tardes consistían en hacer videollamadas con la webcam (vivíamos a menos de 1km) y en mandarnos zumbidos para que nos conectáramos. Ya no estábamos solos en una burbuja cerrada de nuestras ventanas del Messenger, ahora había algo mucho mas excitante en la mezcla: desconocidos.

Si no recuerdo mal, alrededor de los 10 años fue cuando todo avanzó exponencialmente. Mi yo en forma pequeña, con una obsesión con el Animal Crossing de la DS en una mano (quizá fuera ya de la Wii) y una nueva conexión Wi-Fi en la otra, decidió lanzarse a la piscina. Probablmente buscara en Google algo como “animal crossing ds codigos de amigo” y con mucha suerte, aparecieron en mi vida los foros (lo que ha inspirado toda esta rant).
Los foros son básicamente a Twitter, lo que YouTube era a TikTok. Un mismo tipo de contenido pero long-form. Espacios que comenzaron a usarse como medios de debate o para pedir ayuda técnica, pero que como formato daban cabida a miles de comunidades.
Me cree un perfil con un nombre de usuario que varió muchas veces a lo largo del tiempo, en una web que no voy a mencionar, pero que todos mis amigos pueden reconocer, y me puse a ello. Intercambié mi código de amigo y con él mi MSN con muchísima gente. Probablemente no debería haberme relacionado con muchos de ellos, al fin y al cabo era un niño en un mundo de adolescentes; me encontré con mucha gente que podría haber sido un posible peligro en mi vida, pero ninguno de ellos llegó demasiado lejos y la mayoría me trataron acorde a mi edad.
Los foros fueron mi playground, el verdadero espacio donde me crié como individuo. A lo largo de los años estuve en muchas webs diferentes en los que conocí a muchas personas, que impactaron mi vida de formas muy diferentes y con niveles de intensidad increiblemente variables. Muchas de ellas siguen en mi vida más de diez años después.
En estas webs muchas veces encontré apoyo cuando mi entorno presencial no me lo daba, un mundo entero dentro de mi pequeña ciudad. Ya no solo estaba ahí por mi interés primario (el Animal Crossing) si no que conocí cientos de cosas nuevas: empecé a jugar con lo que ahora sería mi profesión, hice mis primeras fotos para participar en concursos cuyo premio era un símbolo junto a tu nombre, empecé a escribir, si es que a eso se le podía llamar escribir, pero enfrentándome a un público. Hasta instalé Photoshop por primera vez para intentar hacer las mismas cosas que hacia gente con mucha más experiencia que yo.
Quizá esto sea una edición de esta newsletter completamente cegada por la nostalgia, pero creo que la perdida de los foros conlleva una gran pérdida de internet. Es cierto que se han sustituido por otros espacios, se podría decir que Twitter clavó el cuchillo y que Discord enterró el cuerpo, pero creo que ninguno puede replicar la magia del internet de 2010.
Buscar conocimiento, compartir información o simplemente relacionarse, en mi opinión, es imposible de hacer correctamente en un espacio controlado por las métricas, en las que se genera una competición constante. La magia de los foros era que (casi) todo el mundo estaba al mismo nivel, el acceso a los recursos era universal, no había ningún paywall, no había un numero de seguidores, eran muchas personas en una plaza que buscaban un sitio donde pasar la tarde.
A veces echo de menos que la comunicación esté limitada a un solo espacio, a un lugar, con los teléfonos estamos en constante disponibilidad, lo que es un beneficio pero a la vez un problema, no nos podemos echar de menos, nos acostumbramos a lo constante, disfrutamos menos de las interacciones. Hace tiempo que no siento la emoción de recibir un mail sabiendo que alguien había contestado a mi post, que había recibido un MP, que alguien de la otra punta del país (o a veces del mundo) tenía algo que contarme.
Llegados a este punto me planteo si en este post realmente he querido reflexionar sobre algo o comportarme como un abuelo contando mis batallitas, gritándole a las nubes que lo antiguo era mejor, rejecting modernity embracing tradition. Al fin y al cabo posiblemente sea otra forma de mi moderada rebelión contra las nuevas tecnologías y la forma tan vacía de comunicación que nos han dejado.
A pesar de las muchas cicatrices que probablemente me dejara crecer en el mundo a través de la world wide web, creo que me curó muchas mas heridas de las que me provocó, y me siento privilegiado de haber vivido ese momento en la historia de internet.
Solo es justo dedicarle esto a todos mis oomfies, a mis mutuals, a los foros que se afiliaron al mío, a todos los que visitaron mis pueblos del Animal Crossing, los que se pasaban las tardes en ventanas de xat.com conmigo, con los que me quedaba hasta las tantas de la madrugada gritándonos en Skype, con los que he reido hasta llorar en ventanas de TeamSpeak, los que han llegado hasta aquí conmigo y hasta los que siguieron otros caminos.
A los que me enseñaron que era el LoL no, porque esos me dieron muchos problemas.
Gracias a JPGS, Miko, Chococrispie10, SunGyal, mickuu, cansinnoh y a todos las personas detrás de los nicknames que ya no recuerdo.
Feliz agosto <3
[spoiler][img]http://fc03.deviantart.net/fs70/f/2014/285/3/8/the_rythm_of_the_sunrise_by_jpgs-d82f3te.png[/img][/spoiler]
FC DS: 3699-6926-3905 // Alex // Pekepún
FC Wii: 2883-6482-4389 // Alex // Hádamo
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